No naciste insegura: fue enseñado
- Robert Hanson
- 5 abr
- 2 Min. de lectura
Hay algo poderoso que quizás aún no sepas: No naciste con miedo a hablar. No viniste a este mundo preocupado por ser juzgado. No cuestionaste tu valor, ni cuestionaste cada movimiento, ni te disculpaste por tu presencia.
Eso vino después. La inseguridad se aprende, y eso significa que se puede desaprender.
Donde realmente comienza la duda
La confianza no es algo que se tenga o no. Es algo que se moldea, a menudo inconscientemente, por las experiencias, el entorno y el condicionamiento temprano.
Quizás fue un padre que lo criticó todo. Un profesor que te avergonzó delante de los demás. Momentos en los que te sentiste "demasiado" o "insuficiente" y tomaste una decisión en silencio: es más seguro encogerse.
Esas decisiones no surgieron en tu mente lógica. Se formaron en tu subconsciente, y ahí es donde aún viven.

El bucle de identidad que te mantiene pequeño
Esto es lo que hace que la confianza sea complicada: A tu subconsciente no le interesa la verdad, sino la familiaridad. Si te resulta más familiar dudar de ti mismo que brillar, eso se convierte en tu norma, incluso cuando conscientemente deseas cambiar.
Es por eso que las afirmaciones a menudo fracasan. Por qué forzar la confianza puede parecer falso. Y por qué el éxito no siempre silencia a la crítica interna.
Reprogramando las raíces
Lo más poderoso de la hipnosis es que no solo te ayuda a sentirte seguro, sino que te ayuda a convertirte en alguien que cree merecerlo.
Al entrar en un estado de calma y receptividad, comienzas a reestructurar tu autoimagen al nivel en el que se formó originalmente:
“Soy capaz.”
“Soy suficiente.”
“Valoro simplemente por ser yo.”
Con la repetición y la profundidad emocional, estas creencias echan raíces. Y a partir de esa nueva identidad, la confianza se vuelve natural, no forzada.
Pensamiento final
No naciste inseguro. Te enseñaron a atenuar tu luz.
Ahora es momento de recordar quién eras antes de que el mundo te dijera lo contrario. Y la hipnosis es el puente que te lleva de vuelta.
Comentários