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Las señales subconscientes que provocan comer en exceso

  • Foto del escritor: Robert Hanson
    Robert Hanson
  • 5 abr
  • 2 Min. de lectura

La mayoría de la gente cree que come en exceso porque tiene hambre. Pero si alguna vez te has encontrado mirando el fondo de una bolsa de patatas fritas sin recordar cómo has llegado ahí, sabes que hay algo más.


La verdad es que comer en exceso no es solo un comportamiento, sino una reacción.


Y esa reacción a menudo no tiene nada que ver con el hambre física. Está impulsada por señales subconscientes de las que quizás ni siquiera seas consciente.


¿Qué son las señales subconscientes?


Tu subconsciente siempre escucha, siempre aprende. Con el tiempo, construye conexiones emocionales entre ciertos sentimientos y ciertos comportamientos.


Digamos:

  • De niño, cuando estabas triste, te consolaban con dulces.

  • Celebrabas con comida cada evento importante de tu infancia.

  • Te acostumbraste a picar algo tarde por la noche para lidiar con la soledad.

Estas pequeñas experiencias repetidas programan el cerebro para que busque alimento, no para nutrirse, sino para buscar alivio, recompensa o escape.


Se convierten en señales subconscientes.


Desencadenantes subconscientes comunes que conducen a comer en exceso


Aquí hay solo algunas:

  1. Estrés = Antojos de Azúcar. Tu cuerpo necesita energía rápida cuando está bajo presión. Con el tiempo, tu mente empieza a desear azúcar cada vez que estás estresado, incluso levemente.

  2. Soledad = Comida Reconfortante. La comida se convierte en una compañera, un sustituto de la conexión emocional. Puede que ni siquiera te sientas solo hasta que llega el silencio por la noche.

  3. Aburrimiento = Picar sin pensar. Cuando tu cerebro carece de estimulación, busca una dosis de dopamina. La comida es una fuente rápida y familiar.

  4. Celebración = Excesos. Tu subconsciente asocia los "buenos momentos" con comer en exceso. Incluso cuando estás lleno, una parte de tu cerebro dice: "Esto es lo que hacemos cuando estamos felices".

  5. Fatiga = Antojos de Carbohidratos. La falta de sueño y energía puede aumentar las hormonas del hambre. Pero a menudo, la señal más profunda es: "Estoy agotado y necesito una dosis rápida".


Cómo ayuda la hipnosis


No se soluciona el comer emocional combatiéndolo. Se soluciona comprendiéndolo.


En la hipnosis, exploramos con delicadeza estas conexiones y desencadenantes emocionales, no para juzgarlos, sino para recodificarlos. El objetivo no es quitarte el placer de la comida, sino liberarte de sentirte controlado por ella.


Al entrar en un estado relajado y concentrado (conocido como estado de ondas cerebrales theta), la hipnosis le permite:

  • Identifica los desencadenantes emocionales principales.

  • Desconecta las respuestas automáticas a la comida.

  • Reemplázalas con opciones tranquilas y empoderadoras.


El poder de la conciencia


En el momento en que te das cuenta de que tus antojos no son tú, pierden poder. Son solo mensajes que tu subconsciente aprendió con el tiempo. Mensajes que pueden reescribirse.


Con la práctica y herramientas como la hipnoterapia guiada, empiezas a hacer una pausa, respirar y elegir. Notarás que, a veces, no tenías hambre en absoluto. Simplemente estabas triste. O estresado. O sobreestimulado.


Y en esa consciencia, recuperas el control.


Pensamiento final

Cuando cambiamos el objetivo de controlar los antojos a comprenderlos, sucede algo hermoso: dejamos de estar en guerra con nosotros mismos. Empezamos a sentirnos seguros, vistos y en control nuevamente.

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