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Cómo enamorarse de la mudanza, incluso si ha odiado el ejercicio toda su vida

  • Foto del escritor: Robert Hanson
    Robert Hanson
  • 4 abr
  • 1 Min. de lectura

Seamos honestos: si siempre le has temido a hacer ejercicio, no te vas a convertir de repente en alguien que anhele hacer burpees de la noche a la mañana.


Pero aquí está la verdad de la que nadie habla:


El movimiento no tiene por qué parecer un castigo para considerarse ejercicio. No necesitas matarte en el gimnasio para estar en forma. Solo necesitas reconectar con el movimiento de una forma que tu cuerpo disfrute y tu mente acepte.


Por qué aprendemos a odiar el ejercicio


Para muchos, la relación con el movimiento se dañó tempranamente:

  • Clases de educación física obligatorias

  • Vergüenza en los deportes

  • Experiencias de humillación por peso

  • Comparación en el espejo o en las redes sociales


El cerebro tomó estos recuerdos y los almacenó como: “Ejercicio = incomodidad, rechazo o fracaso”.

Entonces, incluso cuando sabes que el movimiento es bueno, tu subconsciente lo evita para protegerte .


Cómo la hipnosis cambia ese recuerdo


En la hipnoterapia, revisas esas asociaciones tempranas, sin juzgarlas, y las liberas de tu identidad.


Reemplaza la vieja voz ("No soy atlético", "Odio esto", "¿Para qué molestarse?") con nuevas creencias como: "Me encanta lo fuerte que me siento cuando me muevo". "Mi cuerpo merece estirarse, respirar y jugar". "Me muevo porque quiero , no porque tenga que hacerlo".


Una vez que tu mente se integra, el cuerpo la sigue. ¿Y con el tiempo? Te vuelves a enamorar de moverte.


Mereces sentirte poderoso en tu cuerpo


Y todo empieza con la forma en que te hablas a ti mismo… incluso antes de ponerte los zapatos.

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