Cómo calmarse sin desconectarse

La mayoría de las personas tienen dos modos: "sigue, sigue, sigue" o "se desconecta".

Pero la verdadera resiliencia surge de ese espacio intermedio.

Es la capacidad de permanecer presente, incluso cuando la vida es intensa. Respirar en medio del caos sin necesidad de aturdirse ni escapar.

Esa capacidad no es un rasgo de personalidad, sino una habilidad que se entrena. Y la hipnosis es la vía rápida.

La hipnosis construye el músculo de la calma

Cada vez que escuchas una sesión guiada o te sometes a hipnoterapia, fortaleces tu capacidad de relajarte cuando te lo pides. Le enseñas a tu sistema nervioso que está bien dejarse llevar.

Y cuanto más entrenes a tu cuerpo para que vuelva a la calma, más rápido la recuperará, sin importar lo que la vida te depare.

No se trata de ignorar los problemas. Se trata de afrontarlos desde una posición de poder, no de pánico.